UNA SOCIEDAD MEDIOCRE Y SIN EJEMPLOS VALIOSOS: UN FRACASO QUE A NADIE PARECE IMPORTARLE

Tucumán, nuestra sociedad, "el jardín de república" como antes le decían (solo un caradura podría defender ese apodo en la actualidad), navega tristemente en aguas mediocres, sucias y sin ningún atisbo de mejora. La mediocridad, tal vez el rasgo más visible de la sociedad tucumana, se refleja diariamente con la falta de excelencia o deficiencia […]

Tucumán, nuestra sociedad, "el jardín de república" como antes le decían (solo un caradura podría defender ese apodo en la actualidad), navega tristemente en aguas mediocres, sucias y sin ningún atisbo de mejora.

La mediocridad, tal vez el rasgo más visible de la sociedad tucumana, se refleja diariamente con la falta de excelencia o deficiencia en diversos aspectos, como la educación, la cultura, la ética y la innovación. Lo que digo no es capricho, recientemente una encuesta puso a San Miguel de Tucumán como la ciudad más mal educada de Argentina. Hermoso logro.

Según la IA algunas características comunes y posibles causas de una sociedad considerada mediocre son:

Características de una Sociedad Mediocre

  1. Conformismo: La tendencia a aceptar las cosas tal como son, sin cuestionarlas o esforzarse por mejorarlas. Las personas suelen contentarse con lo mínimo necesario para pasar el día a día.
  2. Falta de Esfuerzo y Ambición: Predomina la idea de hacer lo mínimo indispensable, evitando el esfuerzo adicional que conlleva la búsqueda de la excelencia. La ambición por alcanzar metas altas se ve como innecesaria o incluso indeseable.
  3. Desvalorización del Conocimiento y la Educación: La educación y el conocimiento no se valoran adecuadamente. Puede haber una falta de incentivo para el aprendizaje continuo y el desarrollo personal.
  4. Ausencia de Innovación: La innovación y la creatividad no son promovidas ni apoyadas. Las personas y organizaciones se aferran a lo conocido y evitan los riesgos asociados con el cambio.
  5. Ética y Valores Relajados: Las normas éticas y los valores tienden a ser flexibles y acomodaticios, permitiendo comportamientos que no contribuyen al bien común.
  6. Preferencia por el Entretenimiento Superficial: El ocio y el entretenimiento suelen ser de baja calidad y de carácter superficial, enfocándose en la satisfacción inmediata en lugar de en el enriquecimiento cultural o intelectual.

Imposible no pensar en la sociedad tucumana cuando vemos esa lista. Solo y modo de ejemplo, recuerdo los festivales fomentados desde el estado, donde los tucumanos asisten masivamente, por el solo hecho de que son gratis. Pan y circo para el pueblo, ya lo hacían los romanos, como no lo van a hacer los políticos tucumanos.

Sin embargo, el problema de Tucumán no es su educación. Es su cultura. Algo mucho más profundo y grave.

La educación no es sinónimo de excelencia. Veamos por ejemplo nuestro querido e "independiente" Poder Judicial. Dicho poder es el único poder del estado que requiere "educación" para ingresar. Los jueces y fiscales deben ser necesariamente abogados, ósea contar con titulo universitario para poder desempeñar sus cargos. DEBEN TENER EDUCACION.

Sin embargo, más allá de la modernización del poder judicial forzado por la pandemia, el mismo es débil, cuasi inexistente, dependiente del poder político. Eso es el corazón mismo de nuestra cultura mediocre. Las instituciones, como la justicia, son meras ficciones creadas para sostener el estatus quo y la conveniencia de unos pocos. Son ellos, políticos, jueces supremos, etc, quienes lejos de pensar en el bien común o el bienestar y progreso de la sociedad lo único que realmente les importa es engrosar su cuenta bancaria y detentar un mínimo poder.

Son en esas esferas de poder donde se ve con mayor nitidez la mediocridad. En Tucumán, no existen líderes ya que eso de inspirar al otro a crecer no existe. En Tucumán solo existen jefes y empleados, políticos y obsecuentes, amos y "esclavos", punteros y acomodados. Esa mediocridad que solo les permite ver el aquí y ahora, destruyó todo a su paso. Destruyó generaciones enteras que deciden emigrar buscando un mejor vivir en sociedades con valores de conducta. No existen los legados, ni una visión de un sociedad a 10 o 20 años. NADA. Somos mediocres y lo seguiremos siendo.

Nuestra mediocridad podría ser una marca registrada y de exportación. La provincia de Tucumán es el 2do distrito más chico en extensión y el 2do más densamente poblado según el censo 2020. En ambos casos es superado por Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Una provincia como Tucumán debería ser modelo en obras viales, ya que los km a construir son pocos, siendo las distancias notoriamente reducidas. Es decir, con poco presupuesto. Nada más alejado de la realidad. Todo mediocre.

La superpoblación de Tucumán se nota en sus calles y rutas, es un hecho notorio. Sin embargo, a nadie le importa. El hacinamiento vehicular que se vive en las rutas provinciales, a nadie le importa. Ello es una muestra cabal de la mediocridad en la que vivimos. A nadie le importa. Todos los muertos por accidentes de tránsito a nadie le importan. Ojo, algunas víctimas también colaboran, transitando en vehículos sin luces, sin casco, sin frenos, etc. Todo fruto de una cultura mediocre.

Todos pero todos los que detentan poder en Tucumán ha viajado por el mundo entero. Han visto sus avances y progresos. Han visitado ciudades, recorrido rutas, conocido tecnología. Nada pero nada han aplicado en su provincia. Ello podría parecer vergonzoso o sínico, como alguien que ha tenido acceso a lo mejor no lo comparte con sus ciudadanos. La explicación de tal conducta solo es entendible de una sola manera posible: la mediocridad de nuestra cultura. El ciudadano mediocre será indefectiblemente un político o juez mediocre.

La ausencia de progreso, de valores, de instituciones, de controles que funcionen, de información pública, de sanciones al poder político, son solo algunos ejemplos de nuestra mediocridad for export. Las instituciones cuando realmente deben funcionar, no funcionan. Los pocos ejemplos valiosos vienen de alguna ONG o asociación privada. Lo demás siempre se encuentra asociado a un redito político o monetario.

El fracaso de nuestra sociedad a nadie parece importarle. Muchos dicen que el fracaso es el principio del éxito. Sin embargo en Tucumán el fracaso es visto como algo bueno. Es decir, nuestro estándar de ciudadano es tan bajo, que fracasar es algo bien visto. Ser mediocre es y será parte de nuestro ADN. Quienes se atrevan a ser mejores deberán disimularlo o mirar a otras latitudes. No se permite salirse de la media. Es un insulto, una afrenta.

Somos víctimas y cómplices de la mediocridad. Tucumán es eso y tal vez lo peor, lo seguirá siendo por mucho tiempo.

  • FUENTE 1: https://www.lagaceta.com.ar/nota/1026394/sociedad/san-miguel-tucuman-ciudad-argentina-mayor-cantidad-maleducados-segun-estudio-privado.html
  • FUENTE 2: https://www.webometrics.info/es/Latin_America_es
  • FUENTE 3: https://estudiar-en.com/guias/mejores-universidades-de-latinoamerica/
  • FUENTE 4: https://www.ign.gob.ar/NuestrasActividades/Geografia/DatosArgentina/DivisionPolitica
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