Las importaciones de los primeros diez meses del año acumularon unos USD 64.000 millones y representaron así el segundo mejor registro de los últimos cinco años, a pesar de la falta de divisas y las dificultades para el pago de importaciones con dólares a precio oficial. La aceleración en el ritmo importador ante la alta brecha cambiaria y la mejora en los términos de intercambio comercial externo en el rubro energético explicaron, por un lado, el alto número de compras al exterior y, por otro, la caída interanual en comparación con 2022.
Según estimaron fuentes oficiales en base a datos preliminares, las importaciones alcanzaron casi los USD 6000 millones en octubre, lo que implicaría una caída del 10% anual y 4% en comparación con septiembre. De este total, se canalizaron a través del Mercado Único Libre de Cambio (MULC) pagos por unos USD 4.000 millones, es decir un tercio del total.
En ese sentido, la información preliminar del Poder Ejecutivo (el dato oficial de Indec a través del informe de Intercambio Comercial Argentino se conocerá en los próximos días) reflejó que el 70% de la caída de las importaciones en el acumulado anual a octubre se explica por la mejora en la balanza energética, algo que en los despachos oficiales apuntaron como una consecuencia de la puesta en marcha del gasoducto Néstor Kirchner y el aumento de la producción de gas.
Según estimaron fuentes oficiales en base a datos preliminares, las importaciones alcanzaron casi los USD 6000 millones en octubre, lo que implicaría una caída del 10% anual y 4% en comparación con septiembre
Al observarse por rubros importados, los bienes intermedios sumaron USD 2.100 millones aproximadamente, una caída del 11% anual y un crecimiento del 8,5% contra septiembre. Por su parte, los insumos para la industria acumularon USD 260 millones durante el décimo mes del año; los bienes de capital superaron los USD 1.000 millones y fue así un 6,5% inferior a la de septiembre aunque con una mejora interanual. En tanto que las compras al exterior de bienes de consumo fueron inferiores a los USD 570 millones. Esto representaría una caída del 6% mensual y 6% anual.
La información fue destacada por el secretario de Industria, José Ignacio de Mendiguren, y por el vicepresidente del Banco Argentino de Desarrollo (BICE), Raúl Sánchez. La información fue puesta de relieve por De Mendiguren, quien valoró “la decisión de (el ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria) Sergio Massa” de no recortar el nivel de importaciones para “sostener contra viento y marea el nivel de actividad”.
La deuda comercial por importaciones ya alcanza los USD 43.000 millones. EFE
”Estamos superando la peor sequía en décadas. Nos quitó un cuarto de nuestras exportaciones. Con todo, las importaciones están en su segundo mayor registro en cinco años”, subrayó De Mendiguren en un posteo de X (antes Twitter). Para el funcionario, eso se debió a “la decisión de Sergio Massa de sostener contra viento y marea el nivel de actividad”, evitando la falta de insumos industriales provenientes del exterior.
En el mismo sentido se expresó Sánchez, quien puso de relieve “el segundo mejor registro en cinco años para las importaciones, con sequía, con restricciones externas producto de la guerra europea y con divisas que deben destinarse al pago del escandaloso préstamo del FMI de (el expresidente) Mauricio Macri”.”Todo para sostener el crecimiento económico”, completó Sánchez en la misma red social.
El 70% de la caída de las importaciones en el acumulado anual a octubre se explica por la mejora en la balanza energética y el aumento de la producción de gas, creen en el Gobierno
La Unión Industrial Argentina (UIA) puso de relieve que el endurecimiento de las trabas cambiarias hizo que se acumularan deudas de privados con proveedores del exterior que esperan su turno para ingresar al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), comprar dólares al tipo de cambio oficial de $350 por billete y cancelar así compras que ya fueron ingresadas al país.
La deuda comercial por importaciones de bienes se ubica en USD 43.000 millones, un valor que duplica el stock promedio de las últimas décadas y del que dos terceras partes son compromisos exigibles de corto plazo. La UIA le transmitió al Gobierno la necesidad de regularizar lo más rápido posible la situación de las pymes, para luego sentarse con las grandes compañías por sus compromisos con casas matrices, fundamentalmente en el sector automotriz, y comenzar a normalizar la carga de manera gradual a partir del año que viene.